Los primeros casos de hepatitis aguda infantil ya se han registrado en México, apenas este 12 de mayo Nuevo León registró cuatro pacientes en observación, mientras que en el mundo se han documentado por lo menos 300 casos, casi todos en Reino Unido.
Esta es la información que hasta ahora se tiene al respecto por parte de la OPS y la OMS, que va desde el análisis desde las posibles causas, síntomas, formas de prevención, así como los vínculos que este brote tiene con respecto al COVID-19.
Lo primero es que la hepatitis es una inflamación del hígado que puede tener causas variadas, por ejemplo una infección o intoxicación por medicamentos o sustancias, donde los agentes más frecuentes son los virus responsables de hepatitis A, B, C, D y E. Sin embargo cuando esta inflamación ocurre de forma rápida, se habla de hepatitis aguda, y en algunos casos puede tornarse crónica, como en hepatitis B, C y D.
El brote se ha catalogado como inusual ya que las pruebas hasta ahora excluyen que sean casos de hepatitis virales conocidas, y se está investigando una infección por adenovirus en niños de aproximadamente un mes y 16 años, para determinar si es una causa o no.
Los adenovirus son virus comunes que pueden causar síntomas respiratorios o vómito y diarrea, con infecciones limitadas y que no evoluciona a cuadros preocupantes, aunque si se puede dar en pacientes inmunocomprometidos o personas sometidas a trasplantes. No obstante los niños no corresponden a esta descripción, pues se encontraban previamente saludables.
Síntomas de la hepatitis aguda infantil
De acuerdo con la OPS, los síntomas de la hepatitis aguda son varios: desde gastrointestinales, como la diarrea o el vómito, fiebre y hasta dolor muscular y articular, pero la manifestación más característica es la ictericia, es decir, una coloración amarilla en piel y ojos.
Otros síntomas que también pudiera aparecer son orina oscura, heces pálidas de color gris, picazón en la piel, sentimiento de estar enfermo y cansado, además de tener pérdida de apetito.
Tratamiento y formas formas de prevención de la hepatitis aguda infantil
En estos casos el tratamiento consiste en aliviar síntomas, además de estabilizar al paciente si se tratara de un caso grave, aunque detallan que estas recomendaciones podrían sufrir cambios en el futuro cuando se logre determinar el origen.
Ya que se desconoce exactamente el virus que está provocando la hepatitis infantil, y en consecuencia su forma de transmisión, no hay una forma clara de prevenir el contagio. Sin embargo, asumiendo que se trata de un adenovirus, como señalan la mayoría de las hipótesis hasta ahora, las recomendaciones son seguir medidas básicas de higiene, como el lavado de manos y cubrirse al toser o estornudar.
Además la Secretaria de Salud Federal difundió medidas adicionales que se pueden tomar, como evitar compartir alimentos, bebidas, cubiertos y platos, además de desinfectar frecuentemente los objetos o juguetes que los niños se puedan llevar a la boca, además de consumir agua potable.
También se debe limpiar y desinfectar espacios los que se haya encontrado una persona enferma, evitar contacto cercano con la misma, completar esquema básico de vacunación de acuerdo a la edad y tener un adecuado manejo de los alimentos y excreciones.
El brote de hepatitis aguda infantil y su vínculo al COVID-19 o a la vacunación
La OPS señala que la mayoría de los niños afectados no recibió vacuna contra COVID, y por lo pronto está descartado que los casos estén relacionados directamente a la aplicación del biológico.
No obstante, al haberse detectado la presencia del virus SARS-CoV-2 en algunos casos, se está analizando como una línea adicional de investigación, de la misma forma que la del adenovirus.
Fuente: Xataka